El salio por la puerta en el medio del frió.
El silencio era tan incomodo y fino que podía oírse como cualquier sentimiento en aquel lugar terminaba de romperse.
''No había nada sano en ese lugar''
Felipe ya no observaba, lo había hecho toda su vida...el solo se limitaba a escuchar como el infierno se desataba del otro lado de la puerta...
Su habitación era como una burbuja, pero las vibraciones en el suelo podían romperla en cualquier momento.
Sus manos terminaban de temblar, y con esa quietud, el salio de su habitación, corriendo a ver a su madre...
Se creo un silencio y un par de miradas que no lograban encontrarse en tanto dolor...
- Mamá, tenemos que frenar todo esto, tenemos que irnos los dos de acá....
+ Hijo...tenes que entender
- Entender que mamá?, desde hace años que esto pasa...no tengo nada que entender, nos esta destruyendo y vos lo permitís, nos tenemos que ir...alejarnos de ese hijo de puta.
+ Ese hijo de puta es tu papá.
- Dejo de serlo en la primera trompada...
+ Acaso nunca estuviste enamorado Felipe?
+ Si má, pero sabes una cosa?...El amor tiene limites.
Su madre se quebró, lo abrazo...Era un llanto silencioso de esos en los cuales lo único que se ve son lagrimas cayendo, sin cesar, de esas lagrimas que no cualquiera puede detener.
Pero claramente era momento de detenerse...De pequeños observamos...Luego oímos y después es momento de dejar de observar y hacer algo: